Érase una vez una nube que nunca tenía agua para que llueva. Pero un día las nubes decían:
- ¿Vamos al río para que llueva?
Y la nube las siguió para ver dónde estaba el río, y pensó:
- ¿Cómo se llenan las nubes?
Y lo miró todo.
Después al anochecer todas las nubes estaban durmiendo, excepto la nube que no llovía, y estaba medio dormida porque la nube que dormía con ella roncaba mucho. No se pudo resistir y la despertó.
Al final, al siguiente día, la nube y su familia fueron por el cielo a ver el campo y era muy bonito desde el cielo.
Al final, al siguiente día, la nube y su familia fueron por el cielo a ver el campo y era muy bonito desde el cielo.
Era tan bonito que se quería quedar ahí.
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