Había una vez una niña llamada Selene. Cuando fue su cumple le regalaron una muñeca y muchas cosas más. Pero la muñeca que le regalaron estaba encantada porque la hizo una bruja. Por las noches dormía siempre con ella, pero por las noches hacía un ruido extraño, y la niña se asustaba e iba al salón con sus pares.
Pero sus padres no la dejaban ir al salón porque tenía que dormir para estar descansada.
Cuando entró a su habitación, la muñeca estaba llorando porque la había dejado sola.
Entonces la niña se dio cuenta de que era encantada y nunca más la dejó sola.
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