Después de la fiesta pidieron a los ingenieros espaciales que les hagan una nave. Cuando se fueron al espacio hubo otra guerra. Ganaron, volvieron y otra fiesta, pero la fiesta duró cien noches.
Pero un día su dueño descubrió que el Power Ranger Samurai tenía vida y le dijo a su madre que su Power tenía vida propia y al final el Power y su dueño se hicieron amigos.
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